El sistema de frenado se encarga de disminuir la velocidad del vehículo y llegar a detenerlo por completo si fuese necesario. Tanto en una frenada rutinaria para entrar en curva, para detener el vehículo en un semáforo en rojo o para estacionarse; como en una situación de emergencia que requiera detener el automóvil por completo.

Cualquier sistema de frenos se basa en el poder de la fricción para realizar su función. Ya sea entre una zapata y un tambor, entre una pastilla y un disco; y eso genera calor y desgaste, por ello este sistema no sólo debe ser capaz de frenar el vehículo eficazmente, también debe estar diseñado de manera que disipe correctamente el calor. Durante la frenada, toda la energía cinética es transformada en energía calorífica, y este calor puede ser muy perjudicial.